22/11/08

Insomnia

Media vuelta y otra vez el mismo punto en la pared.
Cerrar los ojos es un intento casi romántico, enternecedor, pero asimismo intenta por la vía de la ilusión. La presión en los párpados, la conciencia de estar más despierto que nunca, la paradoja de lograr tener la mente en blanco, son todas fuerzas malignas interfiriendo su anhelo mayor, la única cosa que desea con certeza.

Extrañamente, las mismas medicinas que le sirven para no dormirse en el día, son las que intenta para lograr el efecto contrario noche tras noche.

Pero nada funciona ya, nunca más podrá, en un cerrar y abrir de ojos, ver el mismo mundo con otros colores, la magia de ver la luz entrando por donde recién no entraba, dejar el llanto atrás como si nada hubiese pasado, viajar en el tiempo hacia el día más esperado, despertar como un niño cada vez, iniciar el ciclo de la vida cada día.
Sin dormir, estar despierto no vale la pena.