3/9/14

Ciudad moderna

Una ciudad consumida
Por ofertas y precios bajos,
Paga en cuota y con intereses
El fin de su propia vida.

Más grandes que gloriosos imperios
Han llegado a ser estas ciudades-estado,
Millones de almas se amontonan en sus puertas,
Esperando el llamado para el circo romano.

No hay leones que coman carne,
Ni gladiadores con olor a sangre.
El sacrificio, al tañir la campana,
Superó con creces la escala humana.

Hay tributo, hay espada,
Hay la esperanza de nuevas tierras conquistadas.
Hay propietarios, arrendatarios,
Hay esclavos y también sicarios.

Hay cultura, hay expresión,
Pero no hay cultura de expresión.
Hay represión, hay distinción,
Hay muros de contención.

Con crédito se paraliza
Hasta la emoción más libertaria.
Se posterga la contemplación,
Los sueños se trivializan.

En la ciudad más exaltada,
Las luces nunca se apagan.
La única esperanza de la gente
Es dormir sin sentirse presionada. 

Pero hay edificio, hay construcción,
Hay economía y reactivación.
Hay parlamento, regulación,
Hay zonas verdes y diversión.

Pese a todo, yo me quedo,
No soy cliente frecuente.
Creo en otras dimensiones,
Creo en la plaza del frente.

Soy como un artesano urbano
Que trabaja con palabras.
Se hace magia sin dinero,
Se trasciende el mundo vano.

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