12/10/07

Sobrepoblación

Con qué cara reclamamos que las palomas plagaron Santiago, si los humanos somos una plaga mucho más sucia, contaminante, invasora y arrasadora.

Soy insensible a las cifras de muertos por accidentes naturales.
Insensible, aunque sé que podría ser yo uno de aquellos miles que son arrastrados por el mar, tragados por la tierra, o qué-sé-yó, llevado por el viento o mojado por la lluvia.
O peor aún, podría ser uno de aquellos sobrevivientes que perdieron todo porque el rayo cayó justo encima, porque el volcán explotó justo abajo.
Insensible, solo a las cifras.
Los millones de habitantes del otro lado del planeta, siguen siendo los millones habitantes del otro lado del planeta, estén vivos o no.

La tierra se sacude.
Por su masa y su tamaño, hay mucha basurita adherida a ella. Es inevitable, somos basurita sobre el planeta, basurita pegada a su superficie. Nacemos y morimos en la misma condición.
Pero no tenemos la culpa de nacer.

- La tierra explotó, pero que conste que yo no tuve la culpa.

Somos una plaga extraña, de individualidades.
No somos números.

Somos parte de la plaga. Pero parte única.
Paradójico.