Escapa de mi burla empedernida
Patético lector, transfigurando
Tu rostro inocentón, tu juicio blando,
En tinte rubicunda y desabrida.
Yo tenso mi arco y mueca presumida
Dispárase a tu espectro, desnudando
Los lúdicos ropajes, demudando
El blanco más pedante en mi comida.
Mas presta oídos, tú, mi confidente,
A aquel ignoto y pálido gemido
Que de mi cuerda, temblorosamente,
Renace con dilema tan sentido
Que sin querer empaña todo lente
Usado en dar lectura a mi sonido.
Escrito por C.G.S.
Güerec
ResponderEliminargüerec
parecequehayalgodeloquenomeenteroaún...quellegueeldíaenqueambospodamos.québuenoqueayernotefuiste:por5minutos!