6/8/07

La particular historia de un gusano.

Habia una vez un gusanito deprimido. No conocía a su madre. No conocía a su padre. 
No los conocía porque nunca tuvo uno. 

(En general, a los gusanos no les afecta esto. Es su manera particular de vivir: se dividen, y así se reproducen. Cada uno es su padre y su madre, cada uno es su hijo).

Este gusanito se sentía distinto. Pero no era distinto, era igual que todos los gusanos del jardín. 

No era distinto.
Era igual que todos los gusanos del jardín.


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