nunca
en aquel momento
sería capaz de levantar la cabeza
nunca podría elevar una palabra adecuada
pues no existen palabras adecuadas
ni existen cabezas levantadas
que soporten el peso
de sus propios pensamientos
quisiera correr
en aquel momento
a esconderme detrás de la nada
y esperar que el tiempo pase
hacia atrás
mientras se borran del registro
las desfiguras de la infamia
como si todo volviera a empezar
pero el destino de las oportunidades
no es el mismo que el de las frustraciones
éstas saben llegar al punto
y las otras apenas vieron la luz
se desvanecieron
todo lo que nos va quedando
es el miedo
y una espera que parece interminable
un carbón encendido en los labios
y un paquete con nada en las manos
soberbio
ResponderEliminarDe hecho, ese es el problema, la idea sería buscar todo lo contrario.
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