11/4/10

Una cita curiosa

"Crecí pensando que heredaría un imperio, pero meses antes de la coronación, me di cuenta que ninguna estrella de aquella corona me pertenecía.

Escapé en un caballo, con una doble intención: encontrar al heredero legítimo de la corona, y esconder mi rostro de las gentes. Pero mi caballo me llevó un poco más lejos.

Descubrí una gran extensión de tierra, tan vasta, tan rica, que el imperio que antes creía de hierro, llegó a ser ante mis ojos como una pluma en el viento.

Aquella tierra tenía un Rey. Tenía todos los elementos que distinguen a un rey: majestad, soberanía, autoridad, sabiduría, fervor, pero superiores a los de cualquier otro. Y las gentes de aquella tierra eran felices.

Cuando me asomé entre ellos, no percibieron en mí la mirada de alguien pretendiendo conocer cada detalle, señal y gesto, sino que se acercaron indefensivamente y por primera vez me sentí totalmente desconocido. Fue una sensación extraña, pero totalmente liberadora.

El rey se encargó de quitar de mi cualquier idea de grandeza. Todo le pertenecía a El.
¿Quién había sido yo, durante todo el tiempo pasado? ¡Qué vergüenza sentí de mis ropajes!
Desde entonces mi mirada cambió y comprendí todo. Decidí volver, para callar a los que prentendiendo ser reyes, olvidaron mirar más allá de sus triviales fronteras..."

4 comentarios:

  1. Mira nomas!! De verdad fue una cita bien curiosa!!! jajaja Un saludote!!!

    ResponderEliminar
  2. me encantó lo que escribiste... creo que te visitaré más seguido, lease en doble sentido

    ResponderEliminar
  3. Así que decidiste volver para callar a los que olvidaron mirar más allá...

    Jano.

    ResponderEliminar

Gracias por tu visita.